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Archeology of social change in the southern regions of the Valencian Community

Tres Hermanas

Nombre del Yacimiento:
Las Tres Hermanas (Aspe, Alicante)

Dirección del Proyecto:
Pierre Rouillard, Jesús Moratalla y María T. Berná

Institución Promotora: Excmo. Ayuntamiento de Aspe/ CNRS/ INAPH

El asentamiento de Las Tres Hermanas es un yacimiento extraordinario en el sentido estricto de la palabra, esto es, fuera de lo común, pues ofrece un registro arqueológico —bien aquilatado en los ss. V-IV aC—, y especialmente arquitectónico, que, hasta donde conocemos, no tiene parangón en el panorama de la Contestania ibérica, ni tampoco en el resto de lo que podemos entender como Área Ibérica.

Su posición geográfica ya es subrayable, pues se ubica en una sierra, de igual nombre, claramente icónica en el paisaje del entorno, muy visible desde la distancia por sus tres destacados picos y, a su vez, con un amplio campo visual orientado hacia los tramos bajo y medio del río Vinalopó. Su nombre lo recibe de las tres cimas citadas que lo culminan a unos 370 m snm, concentrándose los restos entre el pico central y el meridional; del primero, además, se proyecta hacia el sur un apéndice de 325 m de cota, elevado a su vez unos 50 m del llano inmediato, por donde discurre  un camino tradicional. En este antecerro se ubica el edificio TH0, el primero que se dio a conocer y uno de los más destacados del conjunto.

Los restos arquitectónicos se distribuyen diseminados por las laderas y cima de la sierra, mediando entre los distintos sectores distancias de 50-80 m, por lo que todo el yacimiento abarca una extensión no inferior a las 3’5 ha. Entre 2014 y 2018 se han exhumado un total de ocho de estos conjuntos: TH0, THf, THg, THi, THj, THj’, THp y THq’. Son construcciones de planta angular, con formas y fábricas variadas, posiblemente relacionado con sus distintas funcionalidades. La mitad de ellas se relacionan directamente con una construcción que semeja ser una senda empedrada de aproximadamente 1 m de anchura, delimitada por lajas verticales y con bloques medianos en algunos tramos. Dicha estructura conecta algunos de los edificios —puede seguirse bien el tramo entre TH0 y THp, pasando por THq’—, generando así un recorrido que, sospechamos, se desarrollaba por todo el perímetro del asentamiento. A propósito de éste, no se ha documentado evidencia alguna de fortificación.

Su arquitectura es modesta en líneas generales —a excepción de TH0 o THi, el cual pudiera tener dos alturas—, empleándose fábrica de mampostería, sola, someramente desbastada y en distintos calibres, o combinada con tapiales de arcilla amarillenta, según conjuntos. Esta variabilidad pudiera interpretarse como que no todas las construcciones son estrictamente coetáneas y, tal vez, haya que imaginar un proceso acumulativo a lo largo de su ocupación, que por ello habría que suponer relativamente larga. Tampoco es imposible que se pongan en práctica distintas técnicas en un mismo periodo histórico, siendo ambas pautas constructivas bien conocidas en estas tierras. Por otro lado, cada una de ellas ofrecen sus propias particularidades arquitectónicas —no hay dos conjuntos iguales—, presentando a veces dudas razonables sobre la recreación del volumen constructivo y su funcionalidad.

De estos ocho edificios, cuatro no ofrecen registros arqueológicos propios de ámbitos residenciales: uno, en la cima central —THg—, porque sencillamente no muestra un recinto constructivo completamente cerrado; otro, —THq’— porque de sus tres espacios, dos no estarían techados y el tercero apenas tiene una su­perficie cubierta de 4 m2; y los dos restantes —THj’ y THp— sólo muestran una única es­tancia, más bien pequeñas —apenas 8-10 m2— e incluyendo en el primer caso un equipamiento del tipo vasar con piletas. Un quinto conjunto se decanta igualmente por su carácter no residencial y, mejor, parece definir un ámbito de almacenaje; se trata del conjunto THj, un edificio de dos estancias rectangulares paralelas con accesos independientes y no comuni­cadas entre sí —lo que resultaría extraño si lo concibiéramos como una vivienda—, carentes igualmente de hogares al interior. A su vez, el último edificio excavado —THi, de tres estancias en el cuerpo de fábrica y muros de 80 cm de grosor— depara un registro material tan peculiar como son los 60 kg de litargirio en tortas localizados frente a su fachada, lo que daría pie a interpretarlo como un posible taller, aunque no se han hallado otros indicios de transformación del metal. En fin, sólo en dos de ellos podría admitirse su uso como espacio de habitación —THf y TH0, el primero con tres estancias y el segundo con cuatro—, ambos con hogares en su interior, aunque este último sería el edificio en su día calificado como regia o residencia palacial en función de su planimetría, factura y tamaño, lo que le otorgaría, a su vez, una singular rele­vancia en todo el conjunto.

Estos conjuntos ofrecen por lo general un discreto ajuar de época ibérica plena (ss V-IV aC), más numeroso según sectores, siendo la tipología cerámica del mismo bastante variada, con ánforas locales, platos y pithoi pintados o no, ollas de cocina y presencia puntual de cerámica gris y a mano. El contexto se acomoda bien a la cronología a la que apuntan los escasos fragmentos de cerámica ática de barniz negro recuperados o el hallazgo de una fíbula completa del tipo La Tène antigua, de buena manufactura y con un paralelo muy cercano en La Bastida de les Alcuses. A ello hay que añadir alguna otra pieza de interés, como una punta de lanza de hierro hallada en THg y las reseñadas tortas de litargirio, halladas fragmentadas. Ni que decir tiene que de confirmarse el dato de la existencia de actividad metalúrgica relacionada con la plata, la interpretación del conjunto ganaría en una amplia variedad de matices.

En suma, la arquitectura habitacional, la dispersión de ésta por la sierra o la presencia de determinados equipamientos (como los tramos de senda empedrada) y la ausencia de otros (una muralla), le alejan del concepto tradicional de oppidum ibérico. Tampoco ha sido hallada otra evidencia arqueológica contemporánea a 500 m alrededor del yacimiento, área que ha sido convenientemente prospectada, De manera que o bien estamos ante un muy peculiar hábitat de una comunidad no excesivamente grande, o bien nos encontramos ante un asentamiento que no tiene su razón de ser en una ocupación permanente al uso de un grupo.

En el primero de los casos, Tres Hermanas vendría a llenar un vacío notorio para las tierras bajas del Medio Vinalopó, pues, a día de hoy, no contamos con un asentamiento estable que pueda erigirse como núcleo central de la población del lugar, tierras que, por otro lado, cuentan con hitos ibéricos muy destacados, como el área sacra de Las Agualejas, donde se viene constatando en los últimos años numerosos hallazgos de estatuaria ibérica. Quizás este centro pudiera localizarse en el yacimiento de Castillo del Río, también en término de Aspe, pero la construcción de un asentamiento almohade en el cerro habría eliminado casi la totalidad de los vestigios más antiguos. Sea como fuera, la hipótesis sobre su carácter de hábitat permanente choca frontalmente con la ausencia de fortificaciones, y no sería fácil de asimilar que el principal referente poblacional de la comarca careciera de este tipo de elemento defensivo.

La segunda posibilidad es que nos encontremos ante un asentamiento que no defina un hábitat permanente, y es tentador adscribir los restos a un yacimiento del tipo santuario; la naturaleza arquitectónica de los restos constructivos, la falta de reunión de los mismos en un núcleo compacto, la ocupación a la que se ven sometidos y la singularidad de algunos equipamientos encajarían mejor con esta definición. No obstante, volvemos a enfrentarnos ante un factor que ahora mismo no podemos superar: la ausencia de evidencias ligadas al culto, como podrían ser ofrendas, exvotos, determinados depósitos o alguna singularidad del repertorio cerámico. A no ser que nos encontremos ante un recinto cultual que no precise de estos ítems arqueológicos.

 

Bibliografía destacada

  • GARCÍA GANDÍA, J. R. y MORATALLA, J., 1998-1999: “Nuevos datos sobre arquitectura de prestigio ibérica: la Regia de "Las Tres Hermanas" (Aspe, Alicante)”, Lucentum. XVII-XVIII, Univ. Alicante, 163-182.

  • MORATALLA JÁVEGA, J., 2015: “Aspe en el territorio ibérico contestano: luces y sombras de un proceso histórico”, en Berná, M. T. y F. F. Tordera (coords.): Aspe a la luz de la arqueología, Ayto. Aspe, 113-119.

  • MORATALLA JÁVEGA, J., 2000-2015: “La Cultura Ibérica en el curso bajo del Medio Vinalopó: nuevos datos, nuevas perspectivas”, Alebus, 10-12, Ayto. Elda, 11-64.

  • MORATALLA, J., ROUILLARD, P. y BERNÁ, M. T., 2015: “Tres Hermanas-2014: Prospección y primera campaña de excavación”, en Berná, M. T. y Tordera, F. F.  (coords.): Aspe a la luz de la arqueología, Ayto. Aspe, 98-10

 

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